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En 2023, en respuesta a la crisis mundial de alimentos y desnutrición, y al Plan de Acción Global de las Naciones Unidas contra la emaciación infantil, el WFP está ampliando la prevención y el tratamiento de la desnutrición aguda. La atención se centra en los niños y las mujeres embarazadas y lactantes en contextos de inseguridad alimentaria.

Para llegar al hambre cero, la comida no es suficiente. La nutrición adecuada en el momento adecuado puede salvar y cambiar vidas, y construir comunidades y naciones resilientes y prósperas.

Es por eso que, como la organización líder que brinda asistencia alimentaria a las personas más vulnerables del mundo, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) prioriza la nutrición como un elemento central de su trabajo.

A pesar del progreso significativo en las últimas décadas, la mala nutrición sigue siendo un problema colosal y universal, con una de cada tres personas en el planeta afectada por algún tipo de malnutrición. La desnutrición (energía o nutrientes inadecuados) continúa afectando a más de 150 millones de niños en todo el mundo, mientras que las tasas de sobrepeso y obesidad también están aumentando en todos los países. Los conflictos y los desastres naturales están exacerbando el problema.

La desnutrición en sus extremos puede ser una cuestión de vida o muerte y, a largo plazo, puede frenar a personas y países, socavando las economías y el desarrollo.

Nuestro trabajo

Cuando la malnutrición amenaza a las personas más vulnerables del mundo, el WFP está a la vanguardia para prevenirla y tratarla cuando ocurre.

Donde la desnutrición amenaza a las personas más vulnerables del mundo, WFP está a la vanguardia para prevenirla y tratarla cuando ocurre.

El trabajo del WFP abarca todas las formas de malnutrición, incluidas las deficiencias de vitaminas y minerales, conocidas como "hambre oculta", el sobrepeso y la obesidad, además de la desnutrición. Importante para nuestro enfoque es Abordar las causas fundamentales de la desnutrición es fundamental para nuestro enfoque, incluidas la pobreza, la desigualdad y las dietas deficientes.

Nuestro enfoque es integrado, con programas diseñados para tratar y prevenir las causas directas de la desnutrición, como dietas inadecuadas, que complementan los programas que abordan los factores subyacentes, como el escaso conocimiento de las prácticas de alimentación o la falta de agua potable. Concentramos nuestros esfuerzos en los más vulnerables, centrándonos en los niños pequeños, las mujeres embarazadas, las madres lactantes y las personas que viven con el VIH.

Obtenga más información sobre cómo puede apoyar nuestro trabajo para garantizar que los niños pequeños sobrevivan y prosperen.

Áreas de trabajo

Desnutrición grave
WFP trae su experiencia sobre nutrición para apoyar a los más vulnerables antes, durante y luego de que sucedan crisis humanitarias. Priorizamos la prevención de la desnutrición, ya que así reducimos el sufrimiento de las personas y tomamos el camino más efectivo hacia la obtención de resultados duraderos. Cuando los niños y las mujeres sufren desnutrición grave (nutrición inadecuada que conlleva una rápida pérdida de peso o «emaciación»), ofrecemos tratamiento y lo vinculamos con cuidados a largo plazo para evitar que vuelvan a desnutrirse.
Desnutrición crónica
Los primeros mil días a partir del nacimiento hasta los dos años son clave para determinar el destino de un niño. En este corto marco de tiempo, el daño que hace la mala nutrición puede causar un retraso del crecimiento, es decir, deteriorar el desarrollo como resultado de la desnutrición crónica con daños al cuerpo y al cerebro de los niños. Por lo tanto, el WFP concentra sus esfuerzos en las zonas donde tendrán mayor impacto, enfocándose en los niños más pequeños, en las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia para prevenir la desnutrición crónica. Nutrirse adecuadamente durante este marco de oportunidad incrementará las probabilidades de supervivencia del niño, desarrollará su sistema inmune y dará rienda suelta a su potencial.
Deficiencias de vitaminas y minerales
Hoy en día, dos mil millones de personas se ven afectadas por deficiencias de vitaminas y minerales esenciales (micronutrientes), lo cual puede dejarlos vulnerables frente a enfermedades infecciosas, perjudicar su desarrollo físico y mental, reducir su productividad laboral e incrementar el riesgo de muerte prematura. El WFP elimina la deficiencia de micronutrientes utilizando estrategias que incluyen elementos como micronutrientes en polvo (o «chispitas» de vitaminas o minerales), los cuales se pueden añadir a las comidas caseras, la fortificación de alimentos básicos con nutrientes y educar para promover una dieta variada.
El sobrepeso, la obesidad y la doble carga de la malnutrición
Aunque parecen problemas que no tienen relación, la desnutrición, la obesidad y el sobrepeso (además de sus vínculos con enfermedades silenciosas como la diabetes) tienen el mismo punto de partida. Se encuentran en conjunto cada vez más, y afectan a las personas de los mismos países, comunidades y familias. Esta doble carga provocada por la malnutrición presenta desafíos sin precedentes a los gobiernos que apoyamos. El WFP integra estas consideraciones en su trabajo, ya que promueve una alimentación saludable y se asegura de que los programadores ofrezcan alimentos apropiados en este contexto de obesidad en aumento.