La UE contribuyó más de mil millones de euros a WFP en la lucha contra el hambre en 2017
Un récord de 650 millones de euros, la mayor contribución individual a una operación de WFP, se destinó al programa Red de Seguridad Social de Emergencia (ESSN) en Turquía. El innovador programa brinda asistencia monetaria mensual a más de un millón de refugiados, en su mayoría sirios, que viven en Turquía. El apoyo de la UE empodera a las personas con la capacidad de cubrir sus necesidades básicas, desde comida y alquiler de vivienda hasta medicamentos o ropa.
“En este momento tan crítico, la Unión Europea ha demostrado liderazgo, dedicación y un firme compromiso para salvar vidas”, dijo el Director Ejecutivo de WFP, David Beasley. “En WFP estamos enormemente agradecidos por las contribuciones récord de la UE en los últimos dos años, y esperamos seguir trabajando juntos para que nadie se quede atrás”.
Más de 116 millones de euros de financiación de la UE fueron fundamentales para luchar contra la hambruna el año pasado, cuando los conflictos y una grave sequía amenazaron millones de vidas en Somalia, Sudán del Sur, Yemen y el noreste de Nigeria. De esa suma, 53 millones se destinaron a proporcionar asistencia alimentaria en Yemen, en donde 17 millones de personas continúan haciendo frente a la mayor crisis mundial de hambre. El apoyo de la UE también fue clave para garantizar el acceso de WFP y otras organizaciones humanitarias a Yemen, a través del Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas (UNHAS) y de operaciones marítimas administradas por WFP.
La financiación de la UE también ha sido crucial para crear un futuro mejor y más saludable para los niños, en particular ayudando a WFP a proporcionar apoyo nutricional a madres embarazadas y lactantes, así como a los niños menores de cinco años. Las comidas escolares financiadas por la UE ayudaron a miles de niños a permanecer en la escuela y crecer sanos y fuertes.
Gracias a la generosidad de la UE, WFP distribuyó alimentos entre comunidades vulnerables cuyos cultivos y mercados fueron destruidos por desastres climáticos y conflictos, mientras que una asistencia financiera innovadora permitió a las familias comprar los alimentos y bienes que más necesitaban. El apoyo aéreo y logístico financiado por la UE permitió que WFP y otros organismos de socorro llegaran a los afectados incluso en los lugares más remotos.
La UE ha seguido siendo un socio esencial para encontrar formas de abordar las causas del hambre. El año pasado, WFP, la UE y otros socios publicaron el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias, una publicación destinada a ayudar a los responsables de la toma de decisiones a reconocer y abordar la inseguridad alimentaria antes de que se produzcan las crisis.
En general, la UE y sus Estados miembros combinados constituyen el mayor donante de WFP, aportando más de 2.700 millones de euros en 2017.
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WFP es la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, proporcionando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y aumentar la resiliencia. Cada año, WFP brinda asistencia a unos 80 millones de personas en 80 países.
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